sábado, 9 de octubre de 2010

Ch.ACO: Oportunidades para estudiar nuestra sociedad

(Publicado en La panera)

El 23 de octubre una gran inauguración de la segunda feria de arte en Chile dio la entrada a más de seis mil invitados. Los dos días anteriores del montaje llegaron rápido a su fin. Ahora, Casas de Lo Matta estaba a reventar. Las principales responsables de este ambicioso evento fueron tres mujeres. Irene Abujatum, a quien se le vio aportando los primeros y últimos comentarios con palabras absolutistas, se encargó de la dirección comercial. La directora de arte, admirada por muchos de nosotros gracias a sus perspicaces trabajos e instalaciones arquitectónicas, era Elodie Fulton. La tercera fue Soledad Saieh, a cargo de la dirección ejecutiva, siempre con las riendas en la mano. El trío logró juntar fuerzas, reunir a un grupo de auspiciadores y conformar un equipo fuerte de tareas bien asignadas. Lo lograron. Chile ya tiene una feria de arte, lo cual era hasta hace poco un espejismo irrealizable.
Hace casi un año en el Club de Planeadores la primera feria de arte en este país se dio a conocer bajo el nombre de Ch.ACO (Chile Arte Contemporáneo), y en muchos sentidos los avances fueron notorios para esta segunda ocasión. Las galerías nacionales e internacionales duplicaron su número, así como los visitantes que llenaron los espacios durante seis días. Ambos eventos quedaron por siempre registrados en los catálogos, trabajos editoriales atractivos en los que muchas obras consiguen presentarse mejor a sí mismas.


Encuentros y desencuentros

Situaciones inquietantes suceden entre los límites de las estructuras ideadas con anterioridad en una feria. Muchas veces he escuchado a chilenos decir que este es un país de conformistas, pero en Ch.ACO se opinaba tanto para manifestar aprobación como descontento. Eso no puede ser impuesto y, sin embargo, se adoptó la responsabilidad de generar discusión. Cada vez que un individuo se expresaba francamente, aparecía un hilo que se enlazaba con otros hasta constituirse en una red de relaciones. Esta no era menos importante que la red de creaciones humanas allí convocadas, pues una opinión es capaz de modificar la forma en la que se observa el mismo fenómeno.
Hubo un espacio oscuro donde el aire se detenía en un efecto invernadero. Me refiero al Auditorio. Ahí la discusión generada al margen del protocolo social tomó su asiento entre las palabras frescas de artistas, curadores, editores, directores de museos, escritores y educadores. Se ofrecieron cada día conferencias donde todo el público podía aprender y compartir ideas de forma gratuita. Pero es necesario considerar que Santiago es una ciudad urbanísticamente construida en base a la inequidad. Quienes viven arriba no se enteran de lo que sucede abajo y viceversa. La cultura aun es elitista en el país, por eso son loables los pocos proyectos sin fines de lucro que se sostienen dignamente contra viento y marea. Basta considerar que casi todas las galerías chilenas en Ch.ACO provienen de barrios bien acomodados, pues la misma feria se ha instalado hasta ahora dentro de esos espacios citadinos. Los más necesitados de arte no pudieron disfrutar de las conferencias porque los abismos sociales son a veces infranqueables.
Como una forma de revertir estos desequilibrios, el programa Ch.ACO se Moviliza invitó a dos artistas chilenos para que dieran clases de arte contemporáneo a estudiantes de las comunas San Ramón, San Miguel, Pudahuel, Santiago y Conchalí. Se considera además trasladar a los alumnos a la feria dentro de una visita guiada. Otro intento de descentralizar el mercado del arte fue Museo 8, creado para que trabajos artísticos de la Octava Región se expusieran dentro de la feria. Se trató de un gesto en primer término solidario con una zona tan azotada por el terremoto. Aunque sea necesario aplaudir la energía invertida en estas opciones, también es importante preguntarse si es suficiente. Se intentó incluir a los segregados, pero aun no se desdibuja la diferencia. Aunque no es la intención, estos logros siguen pareciéndose mucho a actos de caridad. Los encargados del primer programa, el Área de Responsabilidad Social y la Corporación Cultural Balmaceda Arte Joven, se topan contra un problema de raíces profundas. En cuanto a los segundos, con el tiempo posiblemente desplazarán las fronteras de la capital mientras la feria crezca. Solo puede esperarse que ninguno se conforme y continúen cada año ampliando el panorama de sus espectadores.


La educación del arte

La pérdida de interés por la investigación es una de las peores enfermedades en una sociedad, por eso es importante que todos permanezcamos educándonos. Los premios son una forma de incentivar el trabajo, aunque conllevan peligros, pues se sostienen en la subjetividad de los criterios como en una cuerda floja. En un rincón de la feria un espacio blanco atraía la atención de toda la gente pues Vodka Finlandia, quien incluyó a la obra ganadora en su colección, estaba presente con su producto. Pudo verse en el primer lugar a Carolina Illanes, ganadora de la residencia en Buenos Aires con una instalación que reproduce fachadas de barrios antiguos santiaguinos en resmas de papel. Recuerda la destrucción despiadada de nuestra ciudad a cargo de empresas constructoras, pero su discurso es más estético que político. Es posible consumir la obra placenteramente sin sufrir conflictos. En este sentido, había una línea clara que dibujaba el criterio curatorial del concurso donde participaron alrededor de doscientas piezas que no conoceremos.
Algunos alumnos de arte también tomaron su lugar en Ch.ACO. El resultado fue un trabajo en conjunto, pues las universidades UNIACC, Andrés Bello y Finis Terrae no parecían estar compitiendo entre ellas. Una pieza se sucedía a otra, sin diferenciar tajantemente cada territorio. Aunque no eran obras maestras, tenían vitalidad. Con un poco de suerte y trabajo duro, la feria podría crear a la larga un proyecto para este tipo de instancias. Así miraríamos de cerca las estrategias que se utilizan para tratar de educar a creadores artísticos. En estos momentos el material a la mano, aunque escuelas de arte no le faltan a Santiago, era escaso.


Realidades

El problema central de Ch.ACO 2010 fue el mismo al de su versión anterior. Se hizo llamar feria de arte contemporáneo cuando precisamente lo que menos se vio fue arte contemporáneo.
Preocupa el hecho de que tantas galerías no investiguen sobre los últimos acontecimientos creativos en el mundo. Si se tienen pretensiones educativas, es necesario aclarar que las obras no son contemporáneas por el hecho de haber sido creadas en nuestros tiempos. El problema no se limita al contexto chileno. En las ferias más connotadas las mejores obras son solitarias. Esto no quiere decir que no exista solución. Las organizadoras no son culpables de la realidad, mas sí podría pensarse en un trabajo de orden y selección.
Al comienzo y final del recorrido por la feria, el espectador se encontraba con un lugar de arquitectura menos aséptica y contenido auténtico. En los Project Rooms, curados por Gonzalo Pedraza y Daniela Pérez, estaban algunas de las obras contemporáneas más competentes en América Latina. Todas eran reflexiones críticas que calan hondo. Los espacios Lugar a Dudas y Casas Riegner de Colombia, Revolver desde Perú, Gabriela Mistral por parte de Chile, Casa de Xiclet en Brasil, y Arroniz Arte Contemporáneo más Proyectos Monclova representando a México, son opciones de trabajo que defienden la diferencia. Desde los artistas brasileños, que dieron cabida a las más interesantes conversaciones sobre arte, pasando por la crudeza e ironía en la instalación audiovisual de Yoshua Okón, hasta la elegante corona de bronce con íconos del poder a cargo de Norton Maza (una de las piezas estrella del evento), todas las propuestas fueron profundas y consistentes.
La mejor forma, tanto para agradecer la existencia de hazañas como Ch.ACO como para generar transformaciones profundas en sus errores, es participando activamente en lo que está siendo nuestro mercado artístico. El mejor arte siempre ha señalado caminos, por lo que es “Imposible quedar indiferente”. Todos los artistas, editores y galeristas que se congregaron codo a codo dándole una cara la feria, incubarán muchas preguntas esperando encontrar su salida en Ch.ACO 2011. Si fueron bien protegidas y alimentadas, una vez listas para tomar aire esas respuestas saldrán solas a la luz.



Septiembre / 2010

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